Ante la afirmación: Tengo que cambiar, ¿Cómo cambiar? es una de las preguntas más constantes que aplicamos a las preocupaciones humanas más comunes sea estas sobre cuestiones laborales y profesionales, el dinero, la salud y seguridad de seres queridos, los problemas de relación, el sueño, la apariencia y el peso, la muerte. Al margen de que podríamos enfocarlos de forma existencial, la mayoría de las personas, como tú, como yo, lo que desean es saber cómo hacerles frente y superarlos.
Existen muchas respuestas para ello, sin embargo, nos vamos a enfocar en lo más práctico y pragmático, que realmente te ayude a enfrentar estas situaciones y superarlas. Primero enfoquémonos en un proceso que nos acompaña en todo nuestro desarrollo, me refiero al aprendizaje, que para muchos tiene que ver con el lenguaje y el pensamiento, lo cual no niego pero que va mucho más allá.El aprendizaje se produce desde antes de nacer y nos acompaña hasta el último momento de nuestra existencia. Va desde el chuparse el dedo en el vientre materno, hasta la última acción de nuestra vida. El aprendizaje involucra aquello que incorporamos en nuestro accionar como automatismos, que todos llamamos hábitos y costumbres. Esos automatismos nos llevan a ver y actuar de una forma que puede ayudarnos de manera positiva, pero también puede ser negativa.
William James decía, "Siembra una idea y cosecharás un deseo; siembra un deseo y cosecharás una acción; siembra una acción y cosecharás un hábito; siembra un hábito y cosecharás un carácter; siembra un carácter y cosecharás un destino" Casi como un determinismo, pero en todo ese discurso se aprecia la presencia del aprendizaje en la construcción de capacidades y competencias.
El mecanismo es, identificar que deseamos cambiar, establecer cómo lo podemos cambiar, desaprender eso y aprender el nuevo hábito. Aquí no hace falta voluntad, sino el objetivo claro. Aquí no hace falta disciplina, sino repetir la acción hasta que se convierta en hábito. El mecanismo es sencillo, pero eso no significa que será fácil.
Aquí es donde intervenimos como consejero para indicarte qué y cómo se puede hacer, para luego, si lo quieres realizar, como coach, estableciendo los objetivos y dirigiendo las acciones hacia el objetivo. Los resultados los establecemos contigo, la forma de medirlos y el momento en que se verán estos. Aprenderás este mecanismo que te ayudará a superar todas tus dificultades.
¡Aprender, es lo único que no falla nunca!
Gracias, por seguirme
Carlos Alberto Gálvez
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