Credos y Declaraciones de Principios son parte de los instrumentos en la cultura de las organizaciones, por ello son importantes
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Revisando mis notas, buscando información sobre
declaraciones de credos y conceptualizaciones sobre cultura organizacional
encontré dos que me parecieron interesantísimas:
Sobre la primera: olvidé dónde lo leí, tampoco recuerdo si
es tal cual tome nota de él, o si lo cambié alguito, pues lo registré en un
cuaderno de notas desde el año 1992. Lo que sí sé es que me gusta tal cual
aparece a continuación. Se trata de una declaración, para fomentar su cultura.
En nuestra organización…
…amamos la cortesía, el valor y el servicio…gobernamos el carácter, la lengua y la conducta
…apreciamos la cordialidad, la alegría y la decencia
…admiramos el talento, la dignidad y la gracia
…defendemos el honor, los amigos y a los débiles
…combatimos la mentira, la ociosidad y la maledicencia
…excluimos la ignorancia, la ofensa y la envidia
…cultivamos la bondad, la sabiduría y la amistad
…buscamos la verdad, la calidad y la cooperación
…conservamos la salud, el prestigio y el buen humor
¡Porque deseamos ser los mejores!
Sobre la segunda: se trata de otra organización de
consultoría a la que pertenecí, teníamos un credo mejor elaborado e
interesante:
“Creemos…
…que la energía de nuestra empresa está:
- En el respeto a la dignidad de las personas,
- En el orden y limpieza que invade todos nuestros espacios,
- En el desarrollo de nuestros talentos al máximo,
- En la libertad con que obramos,
- En la responsabilidad de cada uno de nuestros actos
- En la cooperación con las personas con que trabajamos, la familia y los amigos, y
- En el servicio a los demás”.
Las anteriores declaraciones son poderosos instrumentos para
activar la cultura, pero ¿basta con tener solamente las declaraciones?, ¿qué
deben hacer los líderes de una organización para que estas declaraciones se
conviertan en realidad?, ¿cuál es el papel que juegan las oficinas de recursos
humanos?.
Activando la Cultura Organizacional
Una declaración de principios que acompañe un plan
estratégico es de mucha importancia y de gran impacto, porque ayudaría en el
logro de los objetivos y aspiraciones de la organización, pero también a la
humanización de la misma.
Sin embargo, la mayoría de los dirigentes piensan que: ¡con
la declaración de principios ya está!, olvidando que esa declaración es sólo el
principio y una obligación de reflejar en actos esos principios, pero además
ello inicia un proceso de “evangelización” porque ello se convierte en nuestro
credo, en lo que creemos y esas ideas deberán gobernar nuestros actos y de
todos en la organización.
Cada principio, cada declaración debe ser explicada, detallada
con ejemplos, con demostraciones, con eventos que permitan a los miembros de la
organización exhibir la comprensión que tiene de esos principios y que sus
compañeros lo ayuden a comprender de que se trata.
No basta con que se retenga o memorice, hay que
conceptualizar y simbolizar. Cada colaborador tiene que explicar que entiende
de dichos principios y cómo los puede aplicar en su trabajo, en su familia, en
su comunidad, porque de esa manera se expande la cultura. Pero además, la
organización expande el talento y adquiere mejores niveles de salubridad.
Así cada colaborador o miembro de la organización se
convierte en un predicador del evangelio, en una vivencia, en un conjunto de
hábitos saludables y costumbres distintivas. Se mejora la comunicación, las
relaciones interpersonales, se desarrollan los niveles de comprensión y se
elevan la calidad de vida de las personas, porque se mejora la calidad de
pensamiento, se mejora las relaciones familiares, se mejora la comprensión de
los problemas, se desarrolla el liderazgo.
No hay mejor obra de contribución a la sociedad, que una
organización que humaniza el trabajo y propone el desarrollo de sus miembros,
porque se arraiga en las comunidades, se enraíza en las consciencias y forma
mejores seres humanos en el trabajo y en las familias de los colaboradores,
porque, aunque lo que diga es discutible, las organizaciones producen seres
humanos, “los transforman consciente o inconscientemente en el tipo de personas
que son” por ello trabajamos la cultura, hacemos diagnósticos e intervenimos en
el clima organizacional, por ello trabajamos en muchas alternativas de
mejoramiento continuo.
Aquí nos falta mencionar sobre el rol estratégico que
lideran las oficinas de recursos humanos, sin ellos nada se puede desarrollar, no se puede obtener el compromiso que tanto se les exige a los colaboradores.
Ellos son el eje central del desarrollo de la organización. No en vano se ha
dicho que este, es el siglo de los recursos humanos. ¿Cómo desarrollamos esto que
hemos dicho?, veámoslo en mi próxima publicación.
Organizaciones exitosas son aquellas que se expanden
económica, social, cultural y políticamente, principalmente con calidad de
vida, calidad de pensamiento.
¡Gracias por seguirme!,
Carlos Alberto Gálvez
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